El mercurio está presente en muchos productos, tales como pilas; aparatos de medición como termómetros y barómetros; interruptores y relés eléctricos; bombillas; amalgama dental; blanqueadores de la piel y otros cosméticos y productos farmacéuticos. Se están tomando varias medidas para eliminar gradualmente eso productos o reducir la cantidad de mercurio que contienen. En lo que se refiere a la atención sanitaria, la amalgama dental se utiliza en casi todos los países. Una reunión consultiva de expertos organizada por la OMS concluyó en 2009 que una prohibición mundial a corto plazo de la amalgama dental sería problemática para la salud pública y el sector de la salud dental, pero que se debería tratar de eliminarla gradualmente fomentando la prevención y el uso de materiales alternativos, la investigación y el desarrollo de alternativas costoefectivas, la educación de los profesionales de la odontología y la sensibilización de la población. Sigue siendo esencial el uso del mercurio en algunos productos farmacéuticos, tales como el tiomersal (etilmercurio), utilizado en algunas vacunas como conservante, en cantidades muy pequeñas en comparación con otras fuentes del mercurio. No hay pruebas de que las cantidades de tiomersal utilizadas en la actualidad en las vacunas humanas representen un peligro para la salud. El mercurio inorgánico está presente en cantidades importantes en productos blanqueadores de la piel, pero muchos países ya han prohibido el uso de esos productos con mercurio porque representan un peligro para la salud humana.
(Fuente OMS: El mercurio y la salud. Nota descriptiva N°361Abril de 2012 - http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs361/es/ )
El proceso de cambios o extracción del amalgama dental, puede elevar el riesgo de contaminación del paciente durante el procedimiento si no se realizan teniendo algunas precauciones recogidas en el el Protocolo de la IAOMT.
Una vez finalizada la extracción de toda la amalgama dental, son sustituídos por materiales libres de metal y altamente biocompatibles.
El mayor riesgo de intoxicación se produce cuando se coloca o se realiza la remoción o “cambio de amalgama” ; por lo que la técnica debe ser exquisita y dando un real protagonismo al aislamiento absoluto para dar una mayor protección al paciente como al personal sanitario
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